Mito: Los perros que destruyen la casa cuando están solos se están vengando del dueño. Falso. Estos perros pueden tener un problema de comportamiento, como ansiedad de separación. Cuando el dueño se va, no son capaces de relajarse y estar calmados, y entran en una crisis de ansiedad donde no pueden autocontrolarse, y por eso destruyen, vocalizan o eliminan en zonas inapropiadas..Por eso, hay que enseñarlos y habituarlos a que aprendan a estar solos.
Mito: “¡Sabe que hizo algo malo…!” Mi perro siente culpa por alguna travesura que hizo. Falso: los perros no sienten culpa. Tu perro sabe que estás enojado por algo (pero no sabe que es por lo que él hizo) y está usando su lenguaje corporal para tratar de calmarte y evitar que lo castigues. Regañarlo porque encontramos algo malo que hizo hace un rato, no lo hace entender la travesura, sólo lo asusta por nuestro tono de voz y postura corporal. Enseñarle el zapato que mordió hace media hora, mostrarle el vaso que rompió cuando no estabas, o acercarlo a que huela su orina o heces que dejó en tu sala un rato antes, es absurdo. Creerá que lo regañas por ponerte atención o hacerte caso para acercarse. No está consciente del error, está asustado por nuestro enfado. Sí no le ves en el momento del error, él luego no se acordará, estaremos realizando un castigo que no es educativo y arruinando la confianza que el tiene con nosotros.
Mito: Mi perro entiende cuando le hablo. Falso. En realidad, cuando les hablamos a nuestros perros, ellos ponen atención sólo en dos o tres palabras y se enfocan más en nuestro tono de voz, expresiones faciales y nuestra postura o lenguaje corporal.
Mito: Algunas razas de perro son las más agresivas por naturaleza, y deberían considerarse como “potencialmente peligrosas”. Falso. Incontables son las veces que la gente ha hecho referencia a razas como el pitbull, bullterrier, rottweiler, pastor alemán, entre otros, como perros agresivos por naturaleza. Aunque fueron razas hechas con un propósito, éste no fue el de ser agresivas, al contrario, la agresividad es una conducta que tiene un componente genético (que involucra la genética de ese individuo, pero no a toda una raza) y un componente ambiental, es decir que se genera a través de la educación y estímulos que el animal recibe a lo largo de su desarrollo, y puede darse en cualquier raza. Los perros de talla grande o gigante, si tienen un temperamento agresivo (debido a su genética individual y a su educación),producirán ataques o incidentes más peligrosos, por una cuestión de tamaño y fuerza de la mordida.
Mito: El Doberman se vuelve loco y te desconoce. Falso. Creencias populares hablaban de un cerebro superdesarrollado o un hueso que crecía de más. Son pretextos para esconder la culpa de una mala socialización, de una mala educación, pero no es algo genético o biológico de la raza.
Mito: El Labrador es el perro más amable del mundo. Falso. Un labrador con un temperamento agresivo y/o una educación descuidada, puede ser tan o más agresivo que cualquier otra raza de perro.
Mito: Mi nuevo perro de la misma raza que el anterior se comportará igual. Falso. Sería como decir que entonces todos los que nacimos en la misma ciudad somos enojones o que todos los hijos de los mismos padres se comportan igual. Así que si tú y tu hermano sólo se parecen en el dedo gordo del pie, lo mismo aplica para perros de la misma raza.
Mito: El perro “libre” en su “hábitat natural” es el más feliz. Falso. El perro ha sido domesticado por el hombre a lo largo de miles de años. El hábitat natural del perro doméstico es la vivienda del ser humano, y no el campo o el monte. “Liberar” a un perro en un parque o bosque, es en realidad irresponsable y negligente, ya que son pocas las probabilidades de sobrevida.
Mito: Mi perro tiene un jardín gigante, no necesita salir a pasear. Falso. Los perros viven en un mundo lleno de estímulos (olfativos, visuales, auditivos, táctiles y gustativos). Tenerlos en el jardín, donde el ambiente es monótono, no es excusa para no sacarlos a dar la vuelta a que vean el mundo, conozcan más cosas y evitar que se conviertan en perros territoriales o destructivos. Además, los perros son gregarios (les gusta andar en manadas) por naturaleza. Considera que si ese gran jardín, no viene acompañado de otros perros o de tu familia, entonces tu perro no tendrá suficiente bienestar.
Mito: Todos los perros que le tienen miedo a la gente es porque fueron maltratados. Falso. No sólo los perros que han sido maltratados pueden tener signos de ansiedad o miedo cuando están con otras personas. El problema puede ser que estos perros están poco socializados o poco habituados a determinados estímulos inanimados.Si un perro vive en un ambiente restringido en su primer año de vida, tal vez no sea capaz de procesar y disfrutar nuevas experiencias en los años por venir.
Mito: Perro que ladra no muerde. Falso. Hay diferentes tipos de ladridos: algunos son ladridos de saludo, con otros más agudos pueden estar pidiendo juego, comida o simplemente atención, algunos (como en el aullido nocturno) son comunicación de unos con otros, y alguno son ladridos de nervios y alerta, ladridos que significan una amenaza. Es como si dijera: “Mira, ladro fuerte, es porque soy peligroso”. Perro que ladra, puede morder, depende la circunstancia. El ladrido es una alerta, está avisando su incomodidad antes de actuar.
Mito: Mi perro debe tolerar todo lo que mi hijo le haga. Falso. Muchas veces los niños no saben cómo tratar a los perros porque los padres no les han enseñado. Dejar que un niño se siente sobre un perro, le tire de la cola, las orejas o los bigotes, le meta los dedos en la nariz o en los ojos, o lo moleste de cualquier manera, está mal. Luego no se sorprendan si el perro un día se porta poco amigable con ellos. Enseñar a los niños a tratar a los animales con cuidado y respeto es de las cosas más importantes que un padre debe hacer.
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