LA ADAPTACIÓN DE LOS FELINOS

Por Dra. Marina Snitcofsky

Veterinaria, UBA, con Diploma de Honor

Especializada en Etología Clínica

Diplomada en Medicina Interna de Caninos y Felinos, UDLA

Doctorando en Neurociencias

Becaria doctoral UBA

Prof. Adj. Bioestadística, Veterinaria, USAL

www.marinaveterinaria.com.ar/blog

marinaveterinaria@gmail.com

Consultas a domicilio: 1553780803

 

 

Las siguientes pautas y consejos preventivos sólo son aplicables a animales que, habiendo sido evaluados por un veterinario especializado en Etología Clínica, no presenten alteraciones en su comportamiento. De existir algún problema de comportamiento deberá realizarse la consulta correspondiente para arribar al diagnóstico, pronóstico y tratamiento adecuados.

 

Los felinos domésticos tienen, por naturaleza, un fuerte apego al ambiente que habitan. Por ello, toda vez que exista un cambio en su hábitat, se hace imprescindible tener en cuenta ciertos aspectos que pueden influir en la adaptación de estos animales y que pueden repercutir sobre su bienestar. Para evitar estímulos estresores o nocivos y permitir una adecuada adaptación a la nueva situación habitacional (que incluye desde mudanzas hasta cambios de mobiliario, refacciones, entrada o salida de individuos ya sean personas u otros animales),  tenga en cuenta los siguientes aspectos:

 

 

Llegada de:

Sin otros animales

Gato/s adulto/s residente/s

Perro/s residente/s

Gatito o gato adulto

Sección 1

Sección 2

Sección 3

 

Sección 1:

  1. a) La llegada de un gatito a un hogar donde no viven otros animales

 

En general los gatitos se adaptan sin mayores problemas a su nuevo hogar, sin embargo para asegurarse de que no se los exponga a situaciones estresantes, se recomienda:

  • Colocar los elementos que serán utilizados por el gatito (comedero, bebedero, manta/moisés, bandeja sanitaria) en una única habitación, cuidando que el comedero y bebedero estén ubicados en el extremo opuesto a la ubicación de la bandeja sanitaria (con una distancia mínima de 2 metros). En esa habitación se colocará al gatito, pero se dejará la puerta abierta.
  • Con el correr de los días y en función del grado de adaptación observado (evaluado por la incursión y actividad de exploración en los distintos ambientes o habitaciones de la vivienda), se podrá reubicar la bandeja sanitaria y el comedero y bebedero en otro ambiente o habitación que sea más funcional a la rutina y estética de la vivienda, con la misma consideración respecto a la distancia entre ellos comentada en el punto anterior
  • Vigilar en los momentos en que se abren puertas o ventanas, para que el animal no se escape
  • Proteger balcones y ventanas con enrejado acorde al tamaño del animal
  • Colocar collar (con elástico) con chapita identificatoria con número de teléfono

 

  1. b) La mudanza de un gato adulto

 

  • Preparación previa: intentar que el gato no presencie los preparativos de mudanza (armado de cajas, etc) manteniéndolo en una habitación cerrada de la vivienda actual durante el mayor movimiento. Se puede utilizar un alimento especial que contiene nutracéuticos desde 15 días antes de la mudanza, que ayudan a la adaptación a los cambios (Royal Canin Calm para gatos ®, consulte con su Veterinario)
  • Colocarle collar (con elástico) con chapita identificatoria con número de teléfono
  • El gato debe ser el último en ser llevado a la nueva vivienda (luego de la mudanza de muebles, cajas, etc). Si es posible, es conveniente incluso que sea unos días después, cuando ya esté acomodada la nueva vivienda.
  • Colocar los elementos que serán utilizados por el gato (comedero, bebedero, manta/moisés, bandeja sanitaria) en una única habitación (´´área de aislamiento”), cuidando que el comedero y bebedero estén ubicados en el extremo opuesto a la ubicación de la bandeja sanitaria (con una distancia mínima de 2 metros). Si es posible, rociar con feromonas de reconocimiento territorial – Fracción F3- (Feliway ® o FeroCiv) en aristas de las paredes, patas de muebles y aberturas o marcos de puertas, a una altura aproximada de 10-15 cm del piso- a la altura del hocico del gato- antes de la mudanza, y repetir 2 veces por semana durante la adaptación a esa habitación. Allí se colocará al gato, se le abrirá la puerta de su transportador o bolso, y se dejará la puerta de la habitación cerrada.
  • Con el correr de los días y en función del grado de adaptación observado (evaluado por actividad de exploración de la habitación), se abrirá la puerta para permitir que el gato explore libremente el resto de la casa, pero manteniendo sus elementos en esa habitación, que le servirá como área de aislamiento.
  • Con el correr de los días y según el grado de exploración de los distintos ambientes o habitaciones de la vivienda, se podrá reubicar la bandeja sanitaria y el comedero y bebedero en otro ambiente o habitación que sea más funcional a la rutina y estética de la vivienda, con la misma consideración respecto a la distancia entre ellos comentada en el punto anterior.
  • Vigilar en los momentos en que se abren puertas o ventanas, para que el animal no se escape (tener en cuenta que es probable que el gato se escape para “regresar” a la vivienda anterior)
  • Proteger balcones y ventanas con enrejado o red acorde al tamaño del animal

 

 

Sección 2: Las siguientes pautas sólo son aplicables si tanto el gato nuevo como el/los gato/s residente/s están correctamente socializados, y no tienen alteraciones comportamentales (agresión, fobias, ansiedad. etc), evaluadas por el veterinario especializado en Etología Clínica:

  • 1er paso: Colocar los elementos que serán utilizados por el gato nuevo (comedero, bebedero, manta/moisés, bandeja sanitaria) en una única habitación, cuidando que el comedero y bebedero estén ubicados en el extremo opuesto a la ubicación de la bandeja sanitaria (con una distancia mínima de 2 metros). Esta habitación no deberá ser la misma que contenga los elementos del/los otro/s felino/s residente/s en la vivienda. Durante los primeros días (hasta una semana o más), el gato recién llegado permanecerá en ese ambiente de la casa. Al otro gato se le permitirá explorar toda la vivienda menos esa habitación donde se encuentra el gato recién llegado.
  • 2do paso: Se le permitirá al gato recién llegado explorar libremente algún ambiente “neutral” de la vivienda (donde no haya elementos del otro gato, que no sea su lugar de descanso o de comida), cuidando que el gato residente no esté presente durante esas exploraciones. En otros momentos del día, se le permitirá al gato residente explorar libremente ese mismo ambiente “neutral” de la vivienda, mientras el gato recién llegado se encuentra encerrado en la otra habitación. Es esperable que ambos gatos froten su rostro contra muebles o saliencias de las paredes (marcas olfatorias) y si alguno de los gatos es un macho no castrado pospuberal, es probable que marque también con orina. En cualquier caso pueden intentar marcar con arañado de los muebles.
  • 3er paso: se realizará la primera “presentación” en el ambiente neutral, colocando a los gatos en respectivas cajas de transporte. Primero se los enfrentará a una distancia no menor a dos metros y se observará la reacción de los mismos. Es probable que existan señales de agresión: bufidos, soplidos e incluso zarpasos. Se irá acortando la distancia entre los animales de manera gradual, siempre y cuando no haya señales de agresión y aguardando que estos se calmen para seguir avanzando.
  • 4to paso: si se logró que las transportadoras estén “pegadas” puerta con puerta sin que haya señales de agresión, se los aproximará en brazos o con pretal y correa (se requieren 2 personas que puedan tener en brazos a los gatos o que los controlen de la correa). Si no hay señales de agresión, los gatos ya pueden convivir sueltos.

 

Sección 3: Las siguientes pautas sólo son aplicables si tanto el gato nuevo como el/los perro/s residente/s están correctamente socializados, y no tienen alteraciones comportamentales (agresión, fobias, ansiedad. etc), evaluadas por el veterinario especializado en Etología Clínica:

  • Presentar a los animales siempre en situación controlada: perro con collar y correa, gato en transportadora, en brazos o con pretal y correa.

Durante la presentación de los animales deben realizarse actividades que sean gratificantes o agradables para ambos (darles un juguete, jugarles, acariciarlos, cepillarlos, etc)


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